La OTAN efectuó
el sábado nuevos ataques cerca de la residencia de Muamar Gadafi en
Trípoli, después de que Washington y París se comprometiesen durante el
G8 a "terminar el trabajo" en Libia y Rusia se sumase a la presión de
las potencias que piden la renuncia del líder libio.
Una fuerte explosión estremeció la capital libia a las 10H00 locales
(O8H00 GMT). Una columna de humo blanco se elevó poco después del sector
de Bab Al Aziziya, residencia del coronel Gadafi, que es objetivo desde
hace cuatro días de intensos bombardeos.
Horas antes, a la 01H00 (23H00 GMT del viernes) dos detonaciones se
escucharon en el mismo sector, donde la OTAN afirmó haber atacado "un
centro de mando y de control".
En el plano diplomático, el régimen libio sufrió el viernes un nuevo e
importante revés, tras ser abandonado por Rusia, que se alineó con la
posición de los occidentales.
"El mundo ya no lo considera como líder libio" declaró el presidente
ruso Dimitri Medvedev, que participaba en la cumbre del G8 en Deauville,
en Francia.
Medvedev, cuyo país rehusaba hasta entonces apoyar los llamamientos
de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia a favor de la renuncia de
Gadafi, se había abstenido en la votación en la ONU de la resolución
1973 que autorizó los bombardeos internacionales contra Trípoli.
El presidente ruso firmó la declaración final del G8, que afirmaba
que que Gadafi ha "perdido toda legitimidad", y ofreció a sus socios su
"mediación" en el conflicto, anunciando el envío inmediato de un
emisario a Bengasi, feudo de la rebelión libia en el este.
Esta "nueva posición" de Rusia fue celebrada en Bengasi el sábado por
el presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT) de los rebeldes
libios.
"Saludamos la posición expuesta por el presidente ruso", declaró Mustafá Abdeljalil.
Sin embargo, en Trípoli, la noticia fue minimizada por el viceministro de Relaciones Exteriores, Jaled Kaaim.
"El G8 es una cumbre económica. No nos conciernen sus decisiones", dijo, en conferencia de prensa.
Rechazó además una mediación de Moscú, ya que su país "no aceptará
ninguna mediación que margine el plan de paz de la Unión Africana (...)
Cualquier iniciativa fuera del marco de la UE será rechazada, incluso
por Rusia".
En Deauville, el presidente estadounidense Barack Obama, que volvió a
pedir la partida de Gadafi, advirtió que la coalición iba a "terminar
el trabajo" en Libia.
El primer ministro británico David Cameron indicó por su lado que las
operaciones de la OTAN en Libia entraban en "una nueva fase".
Como muestra de su voluntad de acelerar las operaciones militares
acercándose al conflicto en tierra, Francia y Gran Bretaña enviarán
helicópteros de combate capaces de atacar de forma más precisa a los pro
Gadafi en medio urbano.
En el campo de batalla, la OTAN bombardeó un cuartel de la Guardia
popular, cerca de la residencia de Gadafi, no lejos del centro de
Trípoli. La OTAN aseguró que tenía como objetivo un depósito de
vehículos militares.
La ciudad de Al Qariet, en la región de Mizdah, al sur de Trípoli,
también fue blanco de bombardeos, según la agencia libia Jana.
Además, dos rebeldes resultaron muertos el viernes durante
enfrentamientos con las tropas leales a Gadafi, a 285 km al sudeste de
Ajdabiya (este).
Por otro lado la OTAN acusó a las fuerzas pro Gadafi de haber
colocado un "campo de minas" en torno a la estratégica ciudad de
Misrata. Su objetivo es "impedir el paso de la población" y "retomar la
ciudad" a los rebeldes, declaró el comandante en jefe de la operación de
la OTAN, Charles Bouchard.
Según fuentes médicas, estas tropas siguen bombardeando esta ciudad
ubicada a 200 km al este de Trípoli, y causando víctimas civiles.
Un cámara graba imágenes de una columna de humo tras una explosión
registrada este sábado 28 de mayo de 2011 en el centro de Trípoli, en
cuyo barrio de Bab Al Aziziya se halla la residencia del coronel Muamar
Gadafi.