BEIRUT (Reuters) - Un niño sirio que según activistas fue torturado y
asesinado por las fuerzas de seguridad se ha convertido en un poderoso
símbolo de las protestas contra el Gobierno del presidente Bashar
al-Assad, que ha respondido con una sangrienta represión.
Una fotografía del Hamza al-Khatib, de 13 años, apareció en los
carteles de los manifestantes de toda Siria después que un video de su
cadáver ensangrentado colgado en YouTube provocó la indignación
internacional.
Las autoridades sirias niegan que fuera torturado y dicen que murió
en una manifestación en la que pandillas armadas dispararon a guardias.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo que estaba "muy preocupada" por el caso de Khatib.
"Creo que lo que esto simboliza para muchos sirios es el colapso
total de cualquier esfuerzo del Gobierno sirio por trabajar y escuchar a
su propio pueblo", dijo Clinton en una rueda de prensa. "Sólo puedo
esperar que este niño no haya muerto en vano".
Khatib, al igual que el vendedor Mohamed Bouazizi que se prendió
fuego en Túnez o Neda Agha Soltan cuyos últimos momentos de vida fueron
filmados y distribuidos en Irán, se han convertido en un potente símbolo
para los manifestantes que exigen más libertad.
Algunos funcionarios de derechos humanos creen que el caso inyectará nueva vida al movimiento de protesta.
El video muestra el cuerpo hinchado de un niño, con heridas de bala
en sus brazos, abdomen y pecho y moretones en la cara y las piernas. Dos
hombres que parecen ser médicos forenses luego dicen que el pene de
Khatib fue cortado. Esa imagen fue pixelada.
"Mira las reformas que ha pedido el traicionero de Bashar", dice uno
de los examinadores en el video, aparentemente filmado el 25 de mayo.
Un portavoz estadounidense describió al tratamiento dado al niño como "horroroso" y "terrible".
Khatib desapareció durante una protesta el 29 de abril y su cuerpo fue devuelto a su familia cerca de un mes después.
"Los levantamientos necesitan símbolos ... Estos casos individuales
son sintomáticos y representan cientos de otros casos que pueden no ser
reportados pero son igual de horrendos", dijo el investigado de Human
Rights Watch (HRW) para Siria y Líbano, Nadim Houry.
"Lo más importante es que esto es parte de un patrón más amplio de
tortura que muestra lo sistemática que ha sido la tortura de las
personas detenidas en (la ciudad de) Derá, incluyendo a niños. Hace
sonar la alarma de que hay aún cientos de personas, si no más, cuyo
destino es aún desconocido", añadió Houry.
Grupos de derechos dicen que más de 10.000 personas han sido arrestadas en 10 semanas de protestas en muchas partes de Siria.
Unos 1.00 civiles han muerto en los disturbios, que llevaron a
Estados Unidos y la Unión Europea a imponer sanciones contra Assad.
(Reporte adicional de Khaled Yacoub Oweis en Antalya, Turquía, y Vicky Buffery en Paris; Editado en español por Esteban Israel)