Cuando se anunció World of Warcraft, todos sabíamos que en cuanto a historia tenía un punto de inflexión.
El juego comenzaba cinco años después de los acontecimientos de Warcraft 3:
The Frozen Throne, cuando Arthas definitivamente se une al espíritu de
un poderoso brujo de la antigüedady, por lo tanto, su final era claro:
cuando Arthas, el Rey Exánime, fuera derrotado habríamos llegado al
final de este trozo de la historia del universo Warcraft.
A partir de ese momento Blizzard casi podía hacer lo que quisiera, puesto que se habría un horizonte completamente nuevo.
Los Goblins, una de las dos razas nuevas
Y eso es
Cataclysm, la última expansión cuyo nombre hace referencia a muchas cosas.
No sólo porque necesitábamos un enemigo a la altura de los actuales
héroes de Azeroth, sino porque era un auténtico nuevo comienzo. Y es que
desde hace tres semanas los usuarios de World of Warcraft ya han podido
ver muchos de esos cambios, aunque no todos y cuando esta noche a las
0.00 se abran los servidores para aquellos que reservaron la descarga
digital de Blizzard, tendrán aún más cambios y el acceso al material más
jugoso de la expansión.Pero la gran pregunta para aquellos que llevan alejados un tiempo, deben saber que
aquel World of Warcraft que conocían ha desaparecido prácticamente
por completo y nos queda un juego nuevo y esto es algo literal. Se han
cambiado talentos, ya no hay rangos de hechizos y el número de misiones
se ha ampliado exponencialmente. Eso son algunos de los “pequeños”
cambios de World of Warcraft, porque Cataclysm también cambia algo:
cambia la faz de la tierra. La faz de Azeroth.
Una de las zonas totalmente nuevas
Todo
esto es debido a que el malvado de esta expansión es Alamuerte, uno de los personajes más malvados de Azeroth y sobre todo uno de los más antiguos, tan antiguo que ya intento
conquistar y esclavizar en tiempos antiguos a todo Azeroth. Perdió en
una gran batalla con sus hermanos dragones y desde entonces ha estado
recuperándose. Hasta ahora. Y ese ahora lo vimos hace dos semanas, como
decimos, cuando de repente Alamuerte se liberó e hizo temblar los mismos
cimientos de Azeroth y todo cambio. Todo Azeroth hizo cambios y esto es
algo que hemos visto.Se ha mejorado el aspecto gráfico del juego, pero sobre todo,
se ha redimensionado todo Azeroth,
ya que hasta ahora se habían utilizado pequeñas trampas para ofrecer la
sensación de estar en terreno enormes, cuando en realidad los mapas
eran mucho, pero que mucho más pequeños. Uno de los ejemplos más claros
es la ciudad de Ventormenta, la capital de la Alianza y sede los
humanos, que ahora es mucho más grande y ya no son unos cuantos
distritos unidos mediante canales, sino que está el puerto remodelado
(ya aparecía en la expansión anterior), un cementerio un lago y todos
los edificios son grandes y con unas dimensiones que lo hacen todo más
creíble. La gran pregunta sería el porqué de este cambio y es muy
sencillo: podemos volar por todo Azeroth.
Y es que una de las grandes peticiones que habían hecho los usuarios era, precisamente,
el hecho de poder volar por Azeroth.
Cuando compréis la habilidad -porque como todo en World of Warcraft,
necesitas oro para comprarlo- podréis descubrir algunos aspectos
impresionantes. Todos sabemos, por ejemplo, que la ciudad de los Elfos
Nocturnos está en lo alto de un árbol, pero como hasta ahora salíamos
con un teletransporte, no conocíamos su tamaño. Probarlo volando, y
entonces veréis lo alto que están los elfos.